La terapia familiar es una modalidad de terapia que se centra en la familia como objeto de intervención. El objetivo es fortalecer y dotar de recursos a la familia para que puedan actuar de manera colaborativa gracias a ello disminuir disputas y conflictos que puedan tener entre ellos o bien problemas propios de un único individuo.
La familia es entendida como un sistema, en la que todos los miembros se influyen los unos en los otros, en este tipo de tratamiento se intenta involucrar a dos o más miembros de la familia de cara a observar y, si es necesario, modificar, los patrones de interacción entre los miembros de la familia.
Muchas de las consultas que se realizan tienen que ver con problemas de relación dentro de la familia, hijos rebeldes, conflictos de pareja, discrepancias educativas en los padres, adolescentes problemáticos, etc. También, trabajamos con familias en las que uno de los miembros presenta síntomas de un trastorno mental (depresión, ansiedad, etc,..) Por otro lado, la terapia familiar esta especialmente recomendada en los trastornos de la alimentación, alteraciones de conducta, adicciones, etc.
Lo mejor es acudir lo antes posible, cuando la familia siente que no puede resolver el conflicto, es cuando conviene pedir ayuda. Esto suele ocurrir cuando ya se lleva un tiempo luchando con el problema.
Las sesiones de terapia familiar tienen como objetivo corregir cierta dinámica familiar que se ha convertido en la fuente de las dificultades, modificando las interacciones entre los miembros de la familia que agravan o perpetúan el problema. Es decir, a diferencia de la terapia individual, no se trata de cambios de cada uno de los individuos (estos son secundarios) si no de cambios en el sistema familiar de interacción.
» El paciente es la familia, la interacción de sus miembros, o un miembro individual es más bien el síntoma de que el sistema familiar esta enfermo».
En terapia familiar se trabaja con problemas en los que no necesariamente está presente alguna patología, como son la depresión o el alcoholismo en uno de los miembros. Se trata más bien de patrones de relaciones disfuncionales y carencias en los vínculos emocionales que generan un malestar general, discusiones entre los miembros o la sensación de que la familia se desintegra gradualmente.
Toda familia puede beneficiase de la terapia familiar. No siempre es fácil saber si lo más conveniente es una orientación para padres, terapia para toda la familia, o bien con ciertos miembros de la familia, o solo un par de los integrantes. En algunas ocasiones, incluso, si bien se trata de un problema que sufre un solo miembro de la familia (alcoholismo), la intervención en familia puede beneficiar mucho a la persona afectada, además de ayudar a los familiares a entender cómo relacionarse de la mejor manera con la persona alcohólica.