¿Como afecta a nuestra salud mental tener una mascota?

Nuestros amigos peludos 🐱 tienen una repercusión positiva en nuestra salud mental, no solo nos dan cariño, sino que no nos juzgan ni se ríen de nosotros y tampoco nos discriminan por nuestro aspecto o se enfadan cuando cometes un error.

Los estudios señalan que el ronroneo de los gatos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad del dueño, así como su tensión arterial. Los investigadores de la Universidad Loma Linda de California descubrieron que con sólo ver vídeos divertidos de gatos se reduce nuestro nivel de cortisol. Otra investigación asociaba la risa a un corazón y un sistema inmune más fuertes.

Los gatos se utilizan en la terapia de personas con autismo es una herramienta muy útil de aprendizaje, ya que muchas personas autistas sienten una conexión con los animales más fuerte que las demás personas. Los estudios han demostrado que la producción de la oxitocina, una hormona que puede ser generada al acariciar a los gatos y que aumenta los sentimientos de confianza y amor.

Más allá de la compañía, mejoran el estado de ánimo y sirve como distracción para las personas que luchan contra los trastornos depresivos. Aunque todas las mascotas nos pueden ayudar a superar una depresión, los gatos son especialmente tranquilos, y esta característica puede contagiar a sus dueños.

Los perros 🐶 también son el animal de compañía preferido para muchas personas y otras más que mascotas los consideran como un miembro más de la familia. Los perros nos tratan de una manera particular, sin juzgarnos y nos quieren incondicionalmente. Además se utilizan en las terapias asistidas con animales de compañía, como perros policía o de rescate.

Pero alguna vez os habéis planteado ¿Qué beneficios psicológicos que conlleva tener una mascota?

A continuación os mostramos algunos de ellos:

Te ayuda a hacer ejercicio

Sobre todo si eliges como mascota un perro hay que sacarlo varias veces al día, andar es un ejercicio muy completo, reduce el estrés y nos ayuda a mejorar nuestra salud cardiovascular.

Una vida social más activa

Salir a pasear con el perro no es solamente una excelente oportunidad para ponerse en forma, además, es una oportunidad para conocer gente y abrir nuestro círculo social.

Son una herramienta terapéutica

Los perros se utilizan para realizar Terapias Asistidas con Animales (TAA).

Reduce nuestro nivel de estrés y ansiedad

Se sabe que, la compañía en casa de un animal, aumenta el estado de ánimo; sobre todo cuando se juega o se habla con la mascota. Un ejercicio tan sencillo y tan cargado de cariño como es acariciar a tu mascota, hace que se reduzcan los niveles de estrés; por el tipo de hormona que se libera con esa acción. Para ti es desestresante; y para tu mascota es una muestra de tu cariño.

Te sentirás más seguro

Los perros nos hacen sentirnos más seguros, porque además de alertarte de la presencia de extraños, también son protectores con sus dueños.

Reduce el sentimiento de soledad

La persona que haya tenido un animal en casa lo sabe perfectamente, tu mascota hace que no te sientas solo. De hecho; prácticamente todo el que tiene en casa un animal, habla con él como si de otro miembro de su familia se tratara. Sentirse acompañado, hace por tanto que puedan evitarse las depresiones causadas por la sensación prolongada de soledad. Tanto los perros como los gatos son una compañía perfecta porque están ahí para nosotros en los buenos y en los malos momentos, lo que hace que se reduzca el sentimiento de soledad. «Sentirnos solos» puede derivar en una soledad patológica lo que conlleva incrementar el riesgo de sufrir otros trastornos cómo la depresión.

Reducen el aburrimiento

Los perros y los gatos pueden hacerte pasar grandes momentos. Aunque se encuentre en la etapa adulta ambo animales seguirán jugando. En esos momentos en el que nos sentimos aburridos o no sabemos que hacer, seguro que nuestra mascota logra acaparar nuestra atención, por ejemplo: por medio del juego.

Te hace responsable y nos ayuda a estructurar nuestro tiempo

Tener una mascota es una gran responsabilidad. Hay que alimentarlos, sacarlos a hacer sus necesidades, necesitan ser educados, etc.