En recientes estudios se afirma, que en España el 70% de los menores de dieciocho años tienen una cuenta en una red social, y el 35% en más de una. Las redes sociales, son sitios web formados por comunidades de individuos, que comparten intereses o actividades en común. Entre las más utilizadas se encuentran: Facebook, Twitter e Instagram.
Una vez que las personas crean su perfil, pueden interactuar y conectarse con familiares o amigos de forma online a través de: videollamadas, fotografías, chats y actualizaciones de estado. Están muy de moda entre los adolescentes, aunque cada vez se está adelantando más su uso, por lo que podemos encontrarnos, con niños de 11 años que ya tienen un dispositivo electrónico con acceso a estas redes, aunque en la mayoría exigen tener una edad mínima de 16 años para utilizarlas. Los menores no son conscientes del riesgo que conllevan.
¿Por qué los adolescentes son adictos a las redes sociales?
Hay muchas teorías que abordar por qué esta es una población de riesgo, durante esos años, comenzamos a formar nuestra identidad, y las redes sociales les proporcionan un mundo en el que se pueden refugiar, pueden entablar amistades sin que exista la presión del contacto físico, baja el miedo al ser rechazado y pueden mostrarse de forma muy diferente a la que lo harían en la realidad. Las redes sociales, representan para el adolescente una posibilidad de no mostrarse tal y como son en la realidad, sino dar una imagen distorsionada de ellos mismos con el fin de elevar su autoestima, un “factor de riesgo” para refugiarse en este mundo es la soledad.
¿cuáles son los síntomas para saber si tu hijo tiene una adición a las redes sociales?
Hay muchas señales que podrían demostrar adicción a las redes sociales pero entre ellas cabe remarcar algunas de las más comunes. Si crees que tu o algún allegado podéis estar ‘enganchados’ a las redes quizás deberías prestarles especial atención.
- Nerviosismo e inquietud cuando no se tiene acceso a Internet o la plataforma de la red social no funciona o es más lenta de lo habitual.
- Que lo primero y lo último que se haga en el día sea consultar las redes sociales.
- Sentirse desnudo, desprotegido o frustrado si no se dispone del móvil.
- Caminar mientras se utilizan las redes sociales.
- Sentirse deprimido si los demás no interactúan contigo en la red.
- Usar las redes sociales mientras se conduce.
- Preferir comunicarse con otros a través de las redes sociales aunque estén cerca de ti.
- Sentir ansiedad por compartir cualquier cosa de tu día a día mediante fotografías, vídeos o textos.
- Creer que la vida de los demás es mejor según lo que se ha podido observar en las redes sociales.
Aquí se muestran algunas pautas para no convertirse en adicto de las redes sociales:
- No hacer de ninguna red social una página de inicio
- Tratar de no estar pendiente del perfil de los demás
- No actualizar permanentemente las redes sociales con fotos y/ o videos
- Hacer un «paréntesis» y no consultar a las redes sociales
- No quitar de la rutina horas al sueño, distracciones, salidas o deporte.